Petrona Viera.
Petrona Viera: Nació en Montevideo, el 24 de marzo de 1895. Su padre, el doctor Feliciano Viera, fue una de las figuras más gravitantes en la esfera partidaria y gubernamental, contribuyendo al impulso modernizador que atraviesa el país en las primeras décadas del siglo. Hija mayor de once hermanos, Petrona padecerá a los dos años de una enfermedad que la dejará sorda cuando estaba empezando a hablar; punto de arranque de una vida poco común, donde la comunicación artista- mundo se producirá principalmente a través del microcosmos familiar, como lo atestiguan los motivos de sus obras. Comenzará su formación artística con el pintor Vicente Puig, quien al poco tiempo se radicará en Buenos Aires. Iniciará entonces un largo proceso de formación y consolidación pictórica con Guillermo Laborde, contacto que abarcará casi veinte años de una trayectoria artística de cuarenta. A diferencia de muchos plásticos de su época, no asistirá a clases en el Círculo Fomento de Bellas Artes, ni tendrá el estímulo de cursos en el exterior. Con Laborde, Viera entra en la corriente planista, experiencia estética introducida por Cuneo, pero que casi todos los jóvenes pintores en la década del veinte al treinta atraviesan, aunque en el caso de Petrona se extenderá aproximadamente diez años más. La crítica colocará las obras de este período entre los puntos más altos de su producción, que se caracteriza por grandes pinceladas de color sin modular, luminosidad y cromatismo. Sus motivos son variados y seriados: retratos familiares, juegos infantiles, paisajes y una serie de desnudos, óleos en su mayoría.
Su período planista se perpetúa aproximadamente hasta 1943, donde Viera incursiona por diversas técnicas: óleo, acuarela, grabados sobre madera y metal con el apoyo del profesor y pintor Guillermo Rodríguez. Esta etapa se prolongará hasta su muerte, en 1960.
La larga trayectoria de Petrona Viera se evidencia en la periódica participación en exposiciones organizadas por el Círculo de Bellas Artes, en muestras colectivas en Buenos Aires y París, e individuales en nuestro medio. Marca - con pocos ejemplos más - la dignísima aparición de la mujer en la plástica nacional.
"Recreo”: (1924 en el MNAV) mide 86 x 60 cm y es una obra bidimensional. El tema de la obra es el “tono festivo y distendido de los años veinte” (llamados años locos en Uruguay). Trata de niñas jugando felizmente en ronda a “Martin pescador” en el jardín. Más allá que muestre rostros sin facciones y no se vea si están riendo, se asume que están felices por la composición de colores y el acto de jugar en el jardín. El material de esta obra es óleo sobre tela. Se observan muchos colores; fuertes y alegres. En este no se percibe ninguna textura mas allá de la del parral.
Luego de saber sobre la historia de Petrona y saber que tenía muchos hermanos (once) con los que solía jugar me hace pensar que esta muestra esa felicidad que esta sentía, su manera de relacionarse, jugando. El no poder escuchar ni hablar no son trabas a la hora de jugar. Además del verde del pasto el parral tienen un símbolo de vida y la uva de fertilidad. Por otro lado las niñas, que Petrona dibuja mucho, están todas vestidas con vestidos de distintos colores todas juntas jugando. “Fiel a las enseñanzas de Laborde, del que fue alumna durante muchos años, el cuadro reviste una composición planista de vivos colores. Las niñas disfrutan alegres en un espacio sencillo, con fuertes contrastes entre la luminosidad del día y la sombra que proviene de un parral.” Por último el título puede hacer referencia al ocio, al juego infantil, sin preocupaciones y responsabilidades serias. El recreo es el momento de juego, lo que todo niño espera cuando va a la escuela.
Autora: Inés Durán
“Autorretrato”, Petrona Viera (1895-1960)
- Medidas: 91x87 cm
- Bidimensional
- Tema: autorretrato, representación del autor,
personalidad, individualidad e introspección.
- Medio: Óleo sobre tela
- Color: predomina el verde en un segundo plano (fondo)
y el blanco y el marrón en el primer plano (camisa y mueble). Sin matices,
planos y puros.
- Textura: ninguna en especial, brillosa como pintura y
lisa.
- Elegí esta obra porque en arte estoy tratando el tema
de la individualidad y de lo que nos forma a cada uno como persona. Me llamó la
atención este autorretrato que es un poco atípico, la figura humana se
encuentra por detrás, medio tapada por un objeto, cosa que me desconcertó.
Considero que es una obra muy intimista y por eso me siento atraída hacia ella.
Como Petrona era sorda-muda, tenía una manera distinta de ver el mundo por lo
que esta obra me provoca intriga. Al ser un autorretrato creo que busca invitar
al observador dentro de la obra para sentirse en contacto con el artista. Tal
vez podría también ser una forma de decir “soy igual a los demás aunque percibo
todo de un modo diferente”. Remarca la individualidad de la artista pero al
mismo tiempo demuestra que no hay tantas diferencias entre ella y quienes
observamos su obra.
El título es simple y
llanamente lo que es: “Autorretrato”. Una representación visual de la
apariencia de la artista.
- Biografía:
(24 Mayo 1895
Montevideo – 4 de Octubre 1960 Montevideo)
Pertenecía al
Planismo, un movimiento artístico donde se busca la destrucción de la
tridimensionalidad, recurriendo a imágenes bidimensionales en planos
superpuestos, acompañado por un tratamiento plano de los colores, una paleta
luminosa dominada por colores matizados y no primarios.
Hija de Feliciano
Viera y Carmen Carino, quedó sorda a los dos años por una meningitis. Aprendió
a leer los labios y lenguaje de señas. Tuvo una maestra francesa especializada
en niños sordo-mudos. A partir de los 20 años recibió clases de pintura
privadas con Vicente Puig y desde 1922 con Guillermo Laborde.
Autora: Estefanía Decia
No hay comentarios:
Publicar un comentario